En términos prácticos, no servimos para nada. Si alguien se enferma, o si a alguien se le descompone su coche o si tiene un problema legal, no llaman a un artista, sino a un doctor, un mecánico o a un abogado, nunca a un artista.
De hecho somos bastante inútiles ahora que lo pienso.
Cuando alguien nos pregunta a qué nos dedicamos, nunca tenemos una respuesta certera que satisfaga la curiosidad de quien nos pregunta, y menos aún si nos preguntan si podemos vivir de esto (en términos meramente económicos), cosa que tampoco podemos responder, ya que esa pregunta jamás se le hace abiertamente a un doctor, un mecánico o a un abogado, puesto que se da por hecho que les da suficiente para vivir y son profesiones incuestionables.
¿Entonces para qué servimos?
¿Para qué sirve un pintor, un cineasta o un literato?, ¿Qué diablos gana la humanidad con un actor , un comediante o un músico?, ¿en qué nos ayuda un escultor, un director de escena o un compositor? ¿Cómo resuelve nuestros problemas de vida alguien así?
¿De qué nos han servido SALVADOR DALÍ, Beethoven, Chava Flores , Akira Kurosawa, Callas, Pita Amor, Robert De Niro, Mario Benedetti, Vincent Van Gogh, Andi Warhol, Gustavo Cerati, Jaime Sabines, Pedro Almodóvar, David Alfaro Siqueiros, Roger Waters , Rockdrigo, Julio Jaramillo, Jodie Foster, Miguel Hernández, Los Beatles o hasta Juan Gabriel?
¿De qué servimos los músicos callejeros, los zanqueros, los clowns, los payasos, los titiriteros, los cuenta cuentos, los fotógrafos, los mimos, los acróbatas, los cantantes, los bailarines, los dibujantes, productores y los actores?
Obviamente para nada.
Para nada práctico y mesurable.
(No podríamos arreglar ni una plancha, ni resolver un problema de crédito bancario.)
Nuestra única función en esta vida es tocar los corazones y los pensamientos de la gente.
Somos capaces de hacer reír o llorar, pensar o disfrutar a alguien sin tan siquiera tocarlo.
Un cineasta o un actor te puede conmover hasta las lágrimas y un pintor o un fotógrafo te puede transportar en el tiempo, mientras que un clown o un escritor te puede hacer pensar al mismo tiempo que ríes o lloras.
Un músico o un compositor te puede tocar y llenarte de tanta vida como un acróbata te puede sorprender de manera insospechada y marcar tu vida.
Somos capaces de hacerte cuestionar sobre tu propia existencia mediante la belleza y la crudeza del arte.
No sé qué tan necesarios seamos , pero lo que sí sé es que la vida sería muy diferente sin nosotros , tal vez más aburrida , tal vez más autómata.
Así pues, los artistas somos la representación más elaborada de la necesidad humana de expresión. Nomás para eso servimos.
Obra de Salvador Dalí
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