En el centro de Montevideo había un importante mercado de deliverys llamado "Market Caribeño", era el centro de atención de todos los repartidores de la ciudad. Era conocido por tener los productos más frescos y exóticos de Uruguay. Sin embargo, su verdadera fama se debía a ser el epicentro de las operaciones de tres cadetes repartidores: Jesús, un venezolano audaz; Diego, un dominicano estratega, y Yandel, un cubano carismático.
Inicialmente, los tres trabajaban juntos, compartiendo rutas y clientes, pero la competencia comenzó a crecer a medida que cada uno comenzó a ganar reputación entre los clientes. Jesús era famoso por su velocidad y eficiencia, Diego por su habilidad para encontrar los productos más raros y Yandel por su encanto personal que atraía a los clientes.
Pronto, cada uno comenzó a reclutar a otros repartidores, creando así sus propias "bandas". Jesús formó "Los Relámpagos", Diego lideró "Los Buscadores" y Yandel encabezó "Los Encantadores".
El "Market" se convirtió en territorio disputado. Cada banda quería tener el control exclusivo del mercado para poder determinar quién repartía qué y cuándo. Los pasillos del mercado se convirtieron en calles de un tablero de ajedrez, y los enfrentamientos entre las bandas eran diarios.
Una noche, Diego ideó un plan audaz: realizar una gran fiesta en el mercado e invitar a todos los clientes y repartidores. La condición era que todos tenían que venir con una prenda blanca, símbolo de paz. Su idea era que, en medio de la fiesta, las tres bandas resolvieran sus diferencias y formaran una alianza. Pero las cosas no salieron como esperaba. En medio de la fiesta, se desató una gran pelea entre "Los Vemezolanos" y "Los Cubanos".
Sin embargo, en medio del caos, un pequeño niño, hijo de los dueños del "Market", subió al escenario y comenzó a cantar una canción que hablaba de unidad, hermandad y la belleza del Caribe. Su voz clara y emotiva capturó la atención de todos, y poco a poco, el mercado se llenó de silencio.
Al finalizar la canción, Jesús, Diego y Yandel se acercaron al niño, agradeciéndole por recordarles lo que realmente importaba. Decidieron unir fuerzas, no como bandas rivales, sino como aliados, bajo el nombre de "Los Hermanos del Caribe". Desde aquel día, el "Market" no solo se convirtió en el centro de reparto más grande de Montevideo, sino también en un símbolo de unidad y hermandad entre culturas.
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